El boicot obligaría a las autoridades, por la
presión de las refresqueras, a tomar cartas en el asunto.
Nada ha hecho más daño en México que la
indiferencia de las autoridades, desde el Congreso de la Unión (debería
escribirse con mayúscula cuando estos mandatarios al llegar a sus cámaras,
repartidas sus jugosas comisiones legislan contra los intereses de nosotros los
mexicanos?) las Secretarías de Salud (¿?) Economía, Hacienda y Educación
permiten el abuso en el consumo desmedido de estas bebidas que a todas luces
dañan la salud de millones de niños, adolescentes y adultos con el beneplácito
de las autoridades.
Coca Cola, Pepsi Cola, Bimbo, Barcel, Sabritas, Sonrics, Gamesa,
Kellog´s en realidad cuatro empresas que concentran los monopolios de las
bebidas, de las botanas y de los pastelitos y galletas, son en sí las
responsables del grave daño a la salud que se comete contra el pueblo de
México. Este es un delito de alta traición a la Patria.
Un pueblo de enfermos, con sobrepeso, con hipertensión, con diabetes, con problemas renales, con una fuerte tendencia al cáncer por la excesiva acidez que propicia el alto consumo de azúcares y el poco consumo de frutas y verduras, es un pueblo sin futuro, condenado a la dependencia externa, como ya lo estamos en materia de alimentos, subsidiando a productores de otros países, menos a nuestros campesinos; como ya lo estamos dependiendo de la industria química farmacéutica de India y de China al importar principios activos para medicamentos genéricos, cuando antes de Fox y de Calderón, se fabricaban en el país.
El presente mensaje, nos mueve a reflexionar además sobre el grave daño que ha sufrido nuestra economía, cuando por la presión de las agencias de publicidad y de las cadenas de radio y televisión, se ha venido desmantelando la industria refresquera nacional en beneficio de Coca Cola, Pepsi Cola y los dueños de Peñafiel (canadienses por cierto): Titán, Jarritos, Chaparritas el Naranjo, Pascual, Barrilitos O Key, Lulú, Pep, y un sinnúmero de marcas que fueron concentradas en las dos primeras empresas al adueñarse materialmente del mercado mexicano. ¿Qué ha hecho la Autoridad Mexicana? Apoyar dicha concentración monopólica, y ¿la Comisión Nacional de Competencia? Nada, sigue permitiendo la concentración y el fortalecimiento de los monopolios cuando la Ley exige todo lo contrario.
Baste con ver el intento de sacarlos de las escuelas... aparentemente mejoraron los productos, les adicionaron algunas vitaminas y les bajaron la proporción de azúcar, los hicieron más pequeños y les aumentaron el precio. Diputados y Senadores aplaudieron las medidas. Los padres llloran con impotencia el agravamiento de sus hijos. Los sistemas de salud no se dan a absto con la fuerte demanda de medicamentos y la incapacidad del IMSS, ISSSTE, Salud, el Seguro ¿popular?, por proveerlos a todos los enfermos, millones... salgan a la calle y vean en los transeúntes el grave daño a la salud y la indiferencia de todo el pueblo por evitar esta dependencia.
Un pueblo de enfermos, con sobrepeso, con hipertensión, con diabetes, con problemas renales, con una fuerte tendencia al cáncer por la excesiva acidez que propicia el alto consumo de azúcares y el poco consumo de frutas y verduras, es un pueblo sin futuro, condenado a la dependencia externa, como ya lo estamos en materia de alimentos, subsidiando a productores de otros países, menos a nuestros campesinos; como ya lo estamos dependiendo de la industria química farmacéutica de India y de China al importar principios activos para medicamentos genéricos, cuando antes de Fox y de Calderón, se fabricaban en el país.
El presente mensaje, nos mueve a reflexionar además sobre el grave daño que ha sufrido nuestra economía, cuando por la presión de las agencias de publicidad y de las cadenas de radio y televisión, se ha venido desmantelando la industria refresquera nacional en beneficio de Coca Cola, Pepsi Cola y los dueños de Peñafiel (canadienses por cierto): Titán, Jarritos, Chaparritas el Naranjo, Pascual, Barrilitos O Key, Lulú, Pep, y un sinnúmero de marcas que fueron concentradas en las dos primeras empresas al adueñarse materialmente del mercado mexicano. ¿Qué ha hecho la Autoridad Mexicana? Apoyar dicha concentración monopólica, y ¿la Comisión Nacional de Competencia? Nada, sigue permitiendo la concentración y el fortalecimiento de los monopolios cuando la Ley exige todo lo contrario.
Baste con ver el intento de sacarlos de las escuelas... aparentemente mejoraron los productos, les adicionaron algunas vitaminas y les bajaron la proporción de azúcar, los hicieron más pequeños y les aumentaron el precio. Diputados y Senadores aplaudieron las medidas. Los padres llloran con impotencia el agravamiento de sus hijos. Los sistemas de salud no se dan a absto con la fuerte demanda de medicamentos y la incapacidad del IMSS, ISSSTE, Salud, el Seguro ¿popular?, por proveerlos a todos los enfermos, millones... salgan a la calle y vean en los transeúntes el grave daño a la salud y la indiferencia de todo el pueblo por evitar esta dependencia.
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